El Barbakan

El Barbakan fue erigido a finales del siglo XV como un elemento de las fortificaciones que fortalecían la defensa de Cracovia desde el norte. La entrada principal al Barbakan era desde el lado de Kleparz. Esta estructura gótica, coronada por siete torres de vigilancia de 24 metros de diámetro y paredes de hasta 3 metros de espesor, fue una de las estructuras defensivas más perfectas de su tiempo. El Barbakan estaba conectado a la Puerta de San Florián por un pasaje fortificado, el llamado "cuello". Las paredes del cuello también tenían sus propios elementos defensivos, incluyendo almenas con troneras.
El barbakan con las murallas de la ciudad estaba rodeado por un foso de 24 metros de ancho y 3,5 metros de profundidad. Por lo tanto, era una fortaleza prácticamente inexpugnable.
El Barbakan fue erigido a finales del siglo XV y sobrevivió en buenas condiciones hasta principios del siglo XIX, cuando se enfrentó a la amenaza de demolición, junto con la cercana Puerta de San Florián, como resultado de una decisión del emperador austriaco Francisco II (debido al mal estado general de las murallas de la ciudad). Gracias a la intervención de dos senadores, Feliks Radwański y Florian Straszewski, el Barbakan fue salvado, junto con un corto tramo de las murallas de la ciudad. La decisión de dejarlo en su lugar se explicó por la amenaza de los vientos que soplaban desde el norte, que, si no se bloqueaban de alguna manera, habrían causado molestias a los residentes locales que caminaban por la Plaza Mayor.
Gracias a esto, podemos admirar estos interesantes edificios militares hasta el día de hoy.