¿Qué pasó con el Ayuntamiento de Cracovia?

Un ayuntamiento es un elemento indispensable del paisaje urbano, especialmente en ciudades históricas. ¿Cómo es posible que una ciudad como Cracovia, que presume de una arquitectura tan bien conservada, no tenga uno? En este artículo, intentaremos descubrir este misterio y explicar la complicada historia detrás de la falta de uno de los edificios municipales más importantes de Cracovia.

Historia del Ayuntamiento

Cracovia recibió los derechos de ciudad (conocidos como el privilegio de ubicación) el 5 de junio de 1257 bajo la Ley Magdeburg medieval. Antes de esa fecha, sin embargo, Cracovia ya era una ciudad razonablemente grande y rica. Las primeras referencias a ella en los registros históricos se remontan a 965 d.C., cuando se la describía como un rico centro comercial rodeado de bosques. Pero aunque la ciudad creció a lo largo de los años como centro de comercio, aún no se encuentra mucha información sobre el ayuntamiento. Lo que sabemos es que hubo uno de madera que se quemó en 1306, que fue reemplazado más tarde por un nuevo edificio de ladrillo.

El ayuntamiento era inicialmente una construcción rectangular de dos pisos con un patio en el centro. Era un complejo que servía a diversas funciones, con casamatas en los sótanos, un granero y una torre adyacente a ambos lados del edificio. En años posteriores, el edificio fue ampliado con otro piso y un pórtico con arcadas, y se agregaron decoraciones como frontones con pináculos y torretas en las esquinas. La torre del ayuntamiento que todavía se conserva hoy en día fue construida en el siglo XV. En el siglo XVI, el edificio también albergó un arsenal, presumiblemente como resultado de los numerosos conflictos militares que tuvieron lugar en ese momento. Se construyó un balcón sostenido por 12 consolas ornamentales, pero se derrumbó en 1702, aplastando a varios soldados suecos debajo. El siglo XVIII fue un momento en el que el edificio fue tanto gravemente destruido como posteriormente renovado, con la construcción de una garita en estilo clasicista para la guarnición polaca en 1782.

A partir de 1795, las tierras polacas se separaron y se unieron a tres países: Rusia, Prusia y Austria. El nombre de Polonia también desapareció de los mapas de Europa. Dada la situación política y socioeconómica turbulenta, no es de extrañar que los edificios, incluso uno tan importante como un ayuntamiento, fueran algo descuidados. La importancia de Cracovia como ciudad comenzó a disminuir en el siglo XVII. Después de haber sido la capital del país desde su establecimiento en el siglo X y luego permanentemente desde 1320 hasta 1596, Cracovia encontró que su papel estaba cambiando cuando el entonces rey, Sigismund III, trasladó la capital a Varsovia. Durante las particiones, la ciudad albergaba a la inteligencia polaca y a un gran número de estudiantes, pero tenía poca importancia política. Incluso se consideraba relativamente a trasada y estancada. Cuando se estableció la Ciudad Libre de Cracovia como resultado de la decisión del Congreso de Viena en 1815, también se crearon las autoridades ejecutivas de la ciudad, encabezadas por el Senado Gobernante. Tras una decisión del ayuntamiento en 1817, el edificio junto al ayuntamiento, que había sido utilizado como granero, fue demolido y permanecería en ruinas durante décadas. Tres años después, en 1820, comenzó la reconstrucción del ayuntamiento en serio. Sin embargo, el trabajo se realizó tan mal que las paredes del ayuntamiento sufrieron graves daños durante el proceso y todo el edificio tuvo que ser demolido como resultado. Solo las bodegas y la torre del ayuntamiento permanecieron, como lo hacen hasta el día de hoy.

¿La verdadera razón?

Aunque la demolición del Ayuntamiento se considera que fue el resultado terrible de un trabajo deficiente, también hay sugerencias de que puede haber sido llevada a cabo por diseño. Antes de 1817, hubo numerosos llamados para que muchos edificios medievales (y también de otras épocas) fueran eliminados porque se consideraba que estaban desactualizados y desfiguraban la ciudad. En 1821, uno de los senadores de la Ciudad Libre de Cracovia llamó a la demolición de la torre del ayuntamiento en los periódicos locales. Según su razonamiento, la solitaria torre carecía de valor y perturbaba la vista de la Plaza Mayor.

Afortunadamente, en la segunda mitad del siglo XIX, la arquitectura histórica comenzó a verse no como algo desactualizado e inútil, sino como algo digno de preservación. Incluso si no eran estéticamente agradables para todos (aunque hoy en día la mayoría de la gente se sorprende por la belleza del estilo gótico), tales edificios son testigos invaluables de la historia y finalmente llegaron a ser considerados como tales.

Restos del Ayuntamiento

Como ya se mencionó, las únicas partes del ayuntamiento que quedan son la torre y las bodegas. Sin embargo, incluso después de que el ayuntamiento mismo fuera demolido, la garita que estaba adyacente a la torre del ayuntamiento sobrevivió e incluso se amplió en 1829. Desafortunadamente, fue utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y la gente de Cracovia la asoció tanto con ese hecho que se decidió demolerla en 1946.

La torre fue renovada a principios de los años sesenta y hoy en día alberga una sucursal del Museo Histórico de Cracovia. Está abierto de abril a septiembre y es un hermoso punto de vista desde donde se puede admirar toda la ciudad vieja.

La mayoría de las bodegas habían sido enterradas durante la demolición del ayuntamiento, pero también fueron excavadas y limpiadas durante los años sesenta. Desde entonces, han sido utilizadas como escenario de teatro satírico y actualmente son el sitio de un escenario subterráneo del Teatro Ludowy, llamado el Escenario debajo del Ayuntamiento.

Un nuevo Ayuntamiento

Cuando el nuevo sistema político - el comunismo - comenzó a tomar fuerza después de 1945, las autoridades tenían la intención de construir una nueva ciudad ideal llamada Nowa Huta. Querían crear una ciudad que superara a Cracovia, que había recuperado su poder e importancia en el siglo XX. El régimen comunista rechazó en principio todo lo que Cracovia - la ciudad de los reyes - simbolizaba, es decir, la aristocracia, la rica historia de luchas de independencia y las esferas intelectuales y artísticas. Nowa Huta fue planificada por arquitectos y urbanistas pre-guerra incluso antes de que comenzara la construcción, dándole un diseño urbano regular, lógico y estilísticamente coherente. Según los planos que han sobrevivido, también había la intención de construir un nuevo ayuntamiento. El período de 1954 a 1957, después de la muerte de Stalin y las revueltas obreras, fue el momento del llamado Deshielo de Jruschov. En ese momento, se introdujeron cambios significativos en todos los países del bloque soviético, y también se cambiaron los objetivos urbanos. En 1956, la construcción de Nowa Huta se detuvo y el ayuntamiento, que era uno de los proyectos más grandes sin terminar, nunca se construyó. Además, en 1951, Nowa Huta se incorporó a Cracovia misma; todavía se suponía que se convertiría en el distrito más importante, pero ya no se consideraba necesario construir un complejo administrativo. Los requisitos estéticos también cambiaron después del deshielo, y así Nowa Huta se completó apresuradamente de una manera que todavía era consistente con los planes, pero sin la implementación de proyectos importantes.

Aunque se construyó un ayuntamiento para la ciudad de Kazimierz (antes de convertirse en parte de Cracovia), ese edificio se convirtió en un Museo Etnográfico hace más de 100 años. Y hoy en día, ya no hay necesidad de un nuevo ayuntamiento ya que la ciudad ha sido capaz de manejar sus asuntos perfectamente bien sin uno durante tanto tiempo. Y con la torre gótica también sirviendo a otras funciones, simplemente estamos felices de tener la oportunidad de admirar su belleza a diario.

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